NotiPress
Con la aparición de la Covid-19, en 2020, los confinamientos y el distanciamiento social cambiaron las dinámicas de amor y soltería para las personas, concuerdan los especialistas. En este sentido, las apps de citas vieron un auge en su utilización, con un 31 por ciento de usuarios en Estados Unidos declarando un mayor uso de esta tecnología con respecto a antes de la pandemia, según Statista. Sin embargo, este no fue el único cambio para el amor y la soltería de mano de la Covid-19 y algunos especialistas opinan sobre dicho tema.
Un estudio publicado en la revista Archives of Sexual Behaviour encontró que el estrés relacionado con la Covid-19 predijo un funcionamiento sexual, romántico e individual más bajo. Elevaciones en el estrés por la pandemia, dentro de meses específicos, predijo los declives correspondientes en el funcionamiento sexual, con sus consecuentes declives en el funcionamiento romántico y el bienestar individual. Según los investigadores, estos resultados se generalizaron entre sus sujetos de estudio, independientemente del género, edad, raza/etnicidad, orientación sexual, etapa de la relación y grupos de cohabitación.
Por otro lado, en la Gaceta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especialistas del Instituto de Investigaciones Sociales señalan que, durante la pandemia, se ha perdido empatía y sensibilidad por los demás. Actividades como abrazarse, visitar a alguien o incluso estrechar la mano se han disminuido por temor a un contagio. “Concentramos toda nuestra energía en la no enfermedad, ni siquiera en la salud, nos hallamos en la perspectiva de la supervivencia”, subraya la gaceta.
En este contexto, comentan los especialistas, la gente se encuentra cansada, con su salud mental agotada y, en consecuencia, se ve de forma “cuadriculada” a las otras personas. Sumado a un contexto de violencia, emergencia de movimientos sociales y otras situaciones complicadas ajenas a la pandemia, se vuelve urgente reparar el daño que la violencia y la pandemia le han hecho al amor, comenta la gaceta.
Además de este impacto directo de la pandemia, otras formas de vivir el amor y la soltería han tenido un auge notorio en tiempos recientes. Por ejemplo, en el ámbito de las apps de citas, la generación Z ha popularizado la práctica del hardballing. Esta tendencia consiste en ser sincero y directo con las intenciones y expectativas de una relación de inmediato, incluso antes de la primera cita. El objetivo de esto es evitar perder el tiempo con relaciones románticas indefinidas y su aparición se interpreta como una respuesta al ghosting. Esta última es otra práctica recientemente extendida donde se termina una relación al cesar toda comunicación con la otra persona sin darle alguna explicación.
Recientemente también se habla mucho de las relaciones tóxicas, a lo que Jaime Guzmán y Ana Paola Ramos,fundadores del Instituto Artesánate comentaron a NotiPress, se trata de relaciones caracterizadas por el miedo, el bloqueo y el egoísmo pleno. Pese a la popularización del concepto, a través de contenido de redes sociales y hasta canciones, se trata de relaciones con distintos problemas, capaces de causar daño a los involucrados. Los individuos en una situación así, mencionan, se dañan mutuamente y a las gente cercana a su entorno y viven en drama una buena parte del tiempo.
Guzmán y Ramos también resaltan cómo se vive la soltería en tiempos modernos y llaman la atención sobre los casos de soltería crónica. Estos casos se caracterizan por manifestarse desde dos polos, en gente muy “needy”, muy necesitadas, o bien “inalcanzables”, es decir, hiperautosuficientes o no disponibles. Dicha situación se presenta con algunas de estas características: dificultad o imposibilidad para conectar, alto sentido de queja, bajo sentido de autovalía, intolerancia al rechazo, polarización del estado de ánimo y un alto nivel de egoísmo y/o victimización.
Las características de hoy en día en la sociedad han moldeado las formas del amor y la soltería actual. Muchas de estas formas se derivan de la pandemia de Covid-19 y el distanciamiento social, aunque muchas otras se provienen de los paradigmas propios de la época contemporánea, observan los expertos.