El Gobierno del Presidente Nayib Bukele ejecuta diferentes estrategias para garantizar la salud de los salvadoreños, entre ellas la vigilancia epidemiológica, a través del Ministerio de Salud, ante las enfermedades que surgen a escala mundial, como fue el caso del COVID-19 y, ahora, la viruela del mono.
El Salvador ya tiene establecidos los “Lineamientos técnicos para la detección y control de casos de viruela símica”, los cuales contemplan todo el protocolo para el abordaje y tratamiento médico de esta enfermedad. Estos están en vigencia desde el pasado 8 de julio.
De momento, en el país no existen casos sospechosos ni confirmados de esta enfermedad, aseguró este miércoles, el ministro de Salud, Francisco Alabi; descartando así los rumores surgidos en redes sociales sobre un posible caso de la viruela símica detectado en el país. “Oficialmente no tenemos casos. El caso sospechoso lo vamos a definir cuando tengamos clínicamente sospecha, como los síntomas y con una evaluación de un equipo médico”, afirmó.
El funcionario explicó que un caso sospechoso es aquel que es congruente entre la sintomatología, la evaluación médica y la toma de la muestra para su respectivo análisis en laboratorio, con la cual se confirmará o descartará si la persona padece dicha enfermedad. Hasta ahora, reiteró, no hay ni un solo caso bajo análisis.
En este momento hay baja incidencia de la enfermedad, en todo el mundo se reportan alrededor de 28 mil casos y añadió que el 75 % de los casos registrados en las Américas, que son más de 11 mil, se concentran en Estados Unidos.
En tanto, reafirmó el compromiso del Gobierno salvadoreño de continuar protegiendo a la población: “Tengan la tranquilidad que estamos haciendo todo lo necesario y humanamente posible por darle la atención a estas situaciones internacionales que están pasando”.
El ministro recordó que el mandatario ha instruido a todo su equipo de trabajo a poner al centro de todas sus acciones a los salvadoreños, a fin de cuidar su salud y sus vidas. A la cartera que dirige le encomendó garantizar este objetivo a través de un sistema de salud fuerte y robusto.