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La pandemia de Covid-19 en México acumuló, a finales de septiembre, once semanas de reducción continua de casos nuevos, según datos del gobierno federal. Frente a esta perspectiva favorable, varios estados de la república mexicana han replanteado sus medidas del uso del cubrebocas. Diversas entidades han decidido decretar el uso de cubrebocas como una medida voluntaria, permaneciendo su uso obligatorio para algunos casos específicos, como se detalla a continuación.
Sinaloa anunció el 3 de octubre de 2022 que el uso de cubrebocas dejaría de ser obligatorio en espacios cerrados y abiertos, ante la disminución de contagios y de la mortalidad por Covid-19. La obligatoriedad del mismo permanecerá únicamente en hospitales, detalló en la conferencia semanal del gobierno del estado, el secretario de salud de Sinaloa Cuitláhuac González Galindo. Igualmente, se seguirá mandando su uso en pacientes inmunosuprimidos y continúan recomendando su uso para personas con cuadros gripales.
Querétaro también compartió su decisión de retirar el uso obligatorio de mascarillas, el 2 de octubre, tras volver a permitir la apertura de los aforos al cien por ciento en el estado. No obstante, remarcó que el virus continúa en circulación y sugirió realizar el retiro de cubrebocas de manera paulatina.
En Baja California Sur igualmente se tomó esta medida, aunque se determinó continuar con su uso obligatorio en unidades de salud, aeropuertos y aulas. Esto para “reducir riesgos a personas más vulnerables y para dar oportunidad de incrementar la cobertura de vacunación en menores de edad”. La recomendación de uso también permanece para los grupos de riesgo, es decir, embarazadas, adultos mayores, pacientes inmunocomprometidos y en casos de fiebre o síntomas respiratorios.
Yucatán también decidió calificar de voluntario el uso cubrebocas a partir del 26 de septiembre, aunque se seguirá requiriendo su utilización en hospitales, centros de salud, unidades médicas y transporte público. A manera de prevención, continuará recomendándose el uso en la población con comorbilidades, de forma similar a los estados ya mencionados. Coahuila levantó también la obligatoriedad de las mascarillas, permaneciendo su uso como un “proceso no obligatorio”, con excepciones similares a las ya señaladas.
Durante septiembre, San Luis Potosí también etiquetó como opcional el uso de cubrebocas, manteniendo la recomendación de usarlo en espacios cerrados y transporte público, y en población vulnerable. Jalisco realizó lo mismo y permanece como requisito en transporte público, hospitales y unidades médicas. Medios nacionales también han replicado declaraciones del gobernador de Puebla Miguel Barbosa, quien señaló, en dicho mes, que la utilización de tapabocas sería voluntaria.
Con mayor anterioridad, el uso del cubrebocas se volvió voluntario en Quintana Roo, desde el 10 de mayo, recomendando aún usarlo en espacios cerrados, en aglomeraciones, y en trabajos de atención al público. El primero de abril la Ciudad de México procedió a acordar el uso voluntario del tapabocas, con la recomendación de utilizarlo en escuelas, oficinas, transporte público, espacios cerrados o poco ventilados y en aglomeraciones. Igualmente en casos de población de mayor riesgo y en casos sospechosos o confirmados de Covid-19.
Conforme avanza el combate a la pandemia, y se transita hacia estados más favorables en cuanto a la disminución de contagios, las medidas preventivas de la Covid-19 van adaptándose. En este caso, que se prevé un fin próximo de la pandemia, muchos estados han decidido etiquetar el uso de cubrebocas no como obligatorio, sino como voluntario, en una gran variedad de situaciones. Pese al panorama favorable, las entidades de salud internacionales llaman a continuar con los esfuerzos de combate a la enfermedad, principalmente para evitar la aparición de nuevas variantes.