Un año y seis meses tenía Magdalena Jamileth Figueroa cuando su vida tomó un giro inesperado que le cambió totalmente su manera de desarrollarse y enfrentar su porvenir.
Esta chica, ahora de 16 años, fue víctima de una mordedura de serpiente en su rodilla derecha, que la llevó a someterse a tres operaciones que no dieron resultados favorables y a estar más de 30 días en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Niños Benjamín Bloom. Al no manifestar mejoría alguna, a la niña le costó la amputación de su pierna derecha.
“Recuerdo cuando el doctor me dijo: vaya donde la trabajadora social, firme un papel, ese papel es para que su hija muera o para que su hija viva, pues la operación tenía que hacerse esa noche, pero le pedí mucho a Dios, así que firmé y me ha respondido”, relató entre lágrimas Gloria Figueroa, madre de Magdalena.
Ser objeto de discriminación por parte de sus compañeros en la escuela, escuchar frases de rechazo y de lástima en lugares que frecuentaba y ser vista de menos por su discapacidad, han sido el diario vivir de Magdalena, acciones que le propiciaron un cuadro de depresión a la edad de 10 años.
“Yo no era tan alegre, tan positiva, no salía ni siquiera a la tienda a comprar, solo me dedicaba a los dibujos, pero practicando el deporte fui cambiando poco a poco”, señaló la jugadora.
Gracias a la ayuda de sus padres y amigos cercanos, Magdalena encontró un lugar que le abrió las puertas y le permitió aprender y desarrollarse en el ámbito deportivo. Ahora ya suma cuatro años de pertenecer a la Asociación Bética Salvadoreña para el Desarrollo del Deporte Adaptado Inclusivo (Abesadai).
Magdalena, como le gusta que le llamen, es la única jugadora que, a la fecha, se ha integrado al Club Betis de fútbol de amputados masculino, ámbito que le ha ayudado a vencer los obstáculos que se le han presentado.
Su última intervención fue durante un torneo de clubes realizado a finales de enero en Guatemala, en donde tuvo la oportunidad de enfrentar a Club Sin Fronteras de ese país, y al que derrotaron 2-0.
Doña Gloria sostiene que se siente orgullosa del avance y crecimiento que ha percibido en su hija con respecto a su desempeño en el fútbol de amputados y a su manera de afrontar la vida, ya que han pasado los años y al recordar ese día que firmó la carta ha sido una de las decisiones más difíciles que ha debido tomar, declara la conmovida madre.
Abesadai le abrió la posibilidad a Magdalena de practicar el fútbol adaptado bajo la dirección de entrenadores, lo que propició, a su vez, la oportunidad de jugar en torneos internacionales.
Para Magdalena, asistir a los entrenamientos implica un viaje de dos horas y media, aproximadamente, desde su casa ubicada en el Cantón Santa Cruz, Sonsonate, hasta Ciudad Deportiva Inclusiva, ubicada en Mejicanos; sin embargo, su entrenador y compañeros del club la reciben muy bien, por lo que aseguró que se siente como en casa y en familia.
Actualmente, sumado a la práctica de fútbol de amputados, Magdalena está por iniciar su segundo año de bachillerato general, y para inicios del próximo año, su objetivo es poder asistir a la universidad para estudiar la licenciatura en idiomas, pues así, considera, “se me facilitará la comunicación con las personas que vaya conociendo en su trayectoria profesional”.
A propuesta de Abesadai y con el apoyo de la Asociación Cooperativa de Ahorro y Crédito para Profesionales en Administración de Empresas y Carreras Afines (COASPAE de R.L.), la delantera de la selección salvadoreña de fútbol de amputados ha sido premiada por su esfuerzo y dedicación en el deporte por la Fundación Real Betis Balompié, de España, para realizar un curso de deporte inclusivo enfocado en fútbol adaptado, a realizarse en el país europeo, del 14 al 24 de febrero.
“Lo primero que valoramos es que ella es una niña que prácticamente es la primera que desarrolla el deporte aquí en El Salvador, además de venir de una zona rural muy difícil. Ella tiene muchas necesidades en su casa, educación, agua potable, ella no tiene facilidades, nosotros le apoyamos también en recursos para que ella asista a los entrenamientos, le entregamos zapatos, equipo deportivo, le damos su beca para el pasaje, entre otros”, mencionó Eduardo Meléndez, presidente de Abesadai.
El boleto hacia España le brinda la oportunidad de ser representante de El Salvador en el curso deportivo mundial organizado por la Fundación Real Betis Balompié llamado “Fútbol por Inclusión”, y que tiene como finalidad concientizar sobre la inclusión en el deporte a las personas con discapacidad.
Durante su visita a España, Magdalena recibirá temas sobre el deporte adaptado con énfasis en fútbol de amputados, que constará de clases teóricas y prácticas y tendrán lugar en las instalaciones del Estadio Benito Villamarín, sede del equipo de la liga española Real Betis.
“En el momento de la noticia me sentí alegre, emocionada y a la vez asustada, no lo creía, pero cuando el presidente de la asociación me vio serio, dije sí, es cierto, así que estoy ansiosa por conocer a nuestros amigos de otros lugares y también nerviosa porque nunca he viajado en avión, solo en carro. Me siento feliz porque no pensé que me iba a pasar y le agradezco a todos por esta oportunidad que me han dado”, mencionó la delantera.
Entre las valoraciones que los miembros de la Fundación Real Betis Balompié y Abesadai hicieron para escoger a la futbolista como representante, se tomó en cuenta que es la única figura femenina entre los demás jugadores de la selección, además, los cambios que ha tenido desde que comenzó a asistir a la asociación han sido bastante notorios en aspectos personales de superación y adaptación y su aporte para el equipo.
“Al regresar a El Salvador tiene que poner en función las cosas que ha aprendido de allá de España, esa es la meta que tenemos, que ella sea la insignia de esta asociación y que venga a promover más el deporte adaptado en El Salvador”, recalcó Meléndez.
La jugadora también busca obtener una beca académica en España que le permita más adelante abrir una oportunidad laboral aquí en el país o en otro.
“Pienso aprovechar mucho ese viaje y depende de lo que me enseñen mostrarles a mis compañeros, para no sentir solo yo esa sensación de alegría, sino que quiero que ellos también sientan que están en ese lugar”, mencionó Magdalena.
Por su parte, la madre de Magdalena relató la emoción y sentimientos encontrados que experimenta por la experiencia que tendrá su hija y los conocimientos que obtendrá con esta beca, ya que a menos de quince días de su viaje considera que ha sido notorio el entusiasmo con el que se prepara, y no duda que solo es el inicio de muchos logros que le esperan.
“Hasta ahorita yo no lo creo, para mí fue una alegría y me he quedado hasta asustada de la misma alegría, porque uno nunca se espera algo así, estoy muy contenta por ella, quizá la voy a despedir y todavía no voy a creerlo, me va a dar tristeza porque nunca la he dejado sola, pero estoy muy orgullosa”, expresó Gloria.
A pesar de las adversidades, para Magdalena sus sueños no están tan alejados de convertirse en realidad, pues la experiencia que obtendrá en su viaje a Sevilla, España, será un peldaño que la encaminará a lograr su más grande anhelo en el ámbito deportivo, compartir con más personas sus conocimientos y experiencias para convertirse en entrenadora de fútbol de amputados; por lo que la constante capacitación deportiva es un punto esencial para ella.
“Quiero aprender mucho más y no solo yo, sino que también mostrarlo a otras personas y enseñarles que pueden hacer lo que yo puedo, porque me gusta mucho el deporte como para cumplir mi sueño de ser entrenadora de fútbol de amputados”, agregó Magdalena.
