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Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California Davis y publicado en el Journal of Applied Animal Welfare Science, el color de pelo de los gatos podría ser un indicador de su personalidad y, en particular, de su nivel de agresividad.
El estudio se llevó a cabo mediante una encuesta en línea que recopiló información sobre el color, los comportamientos de los gatos hacia otros animales y humanos, así como otros problemas de conducta. También se recopilaron datos demográficos de gatos y dueños, como el tipo de vivienda en el que residen, quién es el cuidador principal y si se relacionan con otros gatos.
Con ello un total de 1432 dueños de gatos completaron la encuesta en línea; y tras diversas excepciones para saber si el color de un gato indica su agresividad, el análisis incluyó 1274 encuestas. Así pues, los resultados del estudio arrojaron según los dueños de gatos tricolores tipo calicó y carey sus mascotas mostraban más agresividad en la interacción diaria.
Los dueños de los gatos de pelaje multicolor mencionaron mayor agresividad al cargarlos y durante las visitas al veterinario. En comparación, los mininos de pelaje de un solo color fueron más tranquilos.
Y es que, los investigadores llegaron a la conclusión de que los felinos de tonos blancos, naranjas, negros o grises eran más cariñosos. Así como los cuales combinaban en su pelaje el gris y el blanco o tenían las patas negras y blancas mostraban más agresividad a los monocolor.
Según el estudio, los gatos con pelaje blanco y negro suelen volverse más agresivos cuando se les carga y acaricia; mientras que los de pelo gris y blanco pueden ponerse agresivos al ir al veterinario. Por último, se concluyó que las gatas calicó son más propensas a asustarse en su interacción diaria con personas, especialmente si estas son desconocidas.