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La primera cumbre de presidentes sudamericanos, convocada por Lula Da Silva, presidente de Brasil, tendrá lugar en el palacio de Itamaraty, sede de la cancillería, en Brasilia, Brasil, la primera sesión se realizó el 30 de mayo del 2023. Esta tiene como objetivo reactivar la agenda de cooperación sudamericana en áreas clave como el sector salud, el combate al delito transnacional, defensa, integración física y transición energética.
Los asistentes son los presidentes de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Uruguay, Ecuador, Guyana, Paraguay, Surinam y Venezuela. El titular del Consejo de Ministros de Perú asistió en representación de la presidenta Dina Boularte. Ya que los cargos que enfrenta, por la muerte de 28 personas en protestas contra su gobierno, no le permiten salir del país.
Entre las propuestas presentadas por Lula da Silva durante la primera sesión de la cumbre de presidentes sudamericanos, sugirió la creación de una moneda comercial común en sustitución del dólar y la priorización de los bancos nacionales. Además, propuso la unificación del mercado energético y la integración en materia de defensa, con el objetivo de reforzar la protección de las fronteras.
A través de su perfil de Twitter, da Silva compartió las iniciativas para la región a las que llegaron los mandatarios:
Colocar una población regional en un servicio de desarrollo económico y social, movilizando los bancos de desarrollo como CAF, Fonplata, Banco do Sul y BNDES.
Fortalecer la identidad sudamericana también en el área monetaria, mediante un mecanismo de compensación más eficiente y la creación de una unidad de referencia común para el comercio, estableciendo una dependencia de monedas extrarregionales.
Implementar iniciativas de convergencia reglamentaria, desburocratizando procedimientos de exportación e importación de beneficios.
Ampliar los mecanismos de cooperación de última generación, que envuelven servicios, inversiones, comercio electrónico y política de competencia.
Actualizar la cartera de proyectos del Consejo Sudamericano de Infraestructura y Planificación (COSIPLAN), reforzando la multimodalidad y priorizando el alto impacto para la integración física y digital, especialmente en las regiones de frontera.
Desenvolver acciones para el enfrentamiento del cambio climático.
Reactivar el Instituto Sudamericano de Gobierno en Salud, con medidas para ampliar una cobertura de vacunación, fortalecer el complejo industrial de salud y ampliar la atención a las poblaciones de ciudades y zonas rurales.
Lanzar una discusión sobre la constitución de un mercado sudamericano de energía, que asegure el suministro y eficiencia de recursos.
Desarrollar un programa de movilidad regional para estudiantes, investigadores y profesores.
Retomar una cooperación en el área de defensa con vistas a dotar a una región de mayor capacidad de formación y entrenamiento, intercambio de experiencias y conocimientos en materia de industria militar y políticas de defensa.
La cumbre fue convocada por da Silva un mes después de anunciar la reincorporación del país a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Sin embargo, para varios países, esta reunión no significa la reintegración a Unasur, sino, una oportunidad para generar cooperación en áreas específicas, como señaló el propio Lula.
Los representantes de cada país contarán con un plazo de 120 días para reflexionar sobre lo abordado en la cumbre y presentar una hoja de ruta. Pues las discusiones que se llevarán a cabo, serán realizadas a puerta cerrada y no siguen una agenda preestablecida.
Ángel Medina, politólogo de la Universidad central de Venezuela, afirma que la reconfiguración política por la cual atraviesa Sudamérica ha brindado, principalmente a Venezuela, la oportunidad de reintegrarse al espacio internacional. Por su parte, el presidente brasileño declaró el 19 de mayo en una reunión con el venezolano, Nicolás Maduro, que el problema de este país se resuelve con diálogo y lazos diplomáticos.