El número de rinocerontes muertos a manos de cazadores furtivos en Sudáfrica se redujo a la mitad en los primeros seis meses del año, informó la ministra de Medioambiente.
Sin embargo, el número de casos volvió a crecer a medida que se levantaban las restricciones relacionadas con la pandemia de covid-19, añadió Barbara Creecy en un comunicado.
Sudáfrica lucha desde hace años contra la caza furtiva de rinocerontes, alimentada por una fuerte demanda de sus cuernos en Asia, especialmente en China y en Vietnam, donde son considerados como afrodisíacos, un símbolo de estatus, o utilizados en la medicina tradicional.
El ministerio atribuyó su éxito en estas cifras a una década de varias estrategias, así como a las interrupciones en la cadena de suministro derivadas de las restricciones impuestas a los viajes durante el confinamiento en el país.
El cuerno de rinoceronte está compuesto principalmente de queratina, la misma sustancia que las uñas humanas. Normalmente se vende en forma de polvo y se promociona como cura contra el cáncer y otras enfermedades