Se trata del día en el que Jesús resucitó tres días después de ser crucificado en Viernes Santo. Así, la Pascua marca el final de la Semana Santa al cerrar el Triduo Pascual, también conocido como los tres días santos.
No tiene una fecha fija dentro del calendario de días festivos, aunque tradicionalmente se realiza tras la primera luna llena después del equinoccio de primavera en el hemisferio norte. Este fenómeno suele ocurrir entre los meses de marzo y abril de cada año.
El Domingo de Resurrección celebra el regreso a la vida de Jesús. Tras el martirio vivido por Cristo que acabó con su crucifixión, el Señor regresó de la muerte cumpliendo el mandato divino de Dios, probando así que era el salvador de la humanidad.
Su resurrección fue la confirmación tanto del origen santo como de la naturaleza divina de Jesús. Constituye una fiesta central de la religión cristiana y es motivo de alegría, luz y esperanza entre sus fieles. Por ello, se rinden honores a su sacrificio y se recuerda su mensaje de unión para los hombres.