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En un movimiento sin precedentes hacia la sostenibilidad y la equidad ambiental, la administración de Joe Biden reveló en un comunicado con acceso para NotiPress una estrategia integral para transformar el sector de carga de Estados Unidos hacia operaciones completamente libres de emisiones. Esta iniciativa responde a la necesidad urgente de abordar la contaminación climática, siendo el transporte la principal fuente de estas emisiones en el país.
Con una inversión cercana a los mil millones de dólares provenientes de la ley de reducción de la inflación, el Gobierno de Biden pretende reemplazar vehículos pesados como autobuses escolares y camiones de basura con alternativas de cero emisiones. Este fondo también respaldará la creación de infraestructuras necesarias para la carga y el mantenimiento de estos vehículos, junto con el desarrollo de un capital humano especializado en estas nuevas tecnologías.
Adicionalmente, el Departamento de Transporte (DOT) lanzó el primer tramo de su programa de subvenciones de 400 millones de dólares destinado a reducir las emisiones de camiones en las instalaciones portuarias, un paso crucial para mejorar la calidad del aire en las áreas circundantes y disminuir la exposición de los trabajadores y residentes locales a contaminantes nocivos. Paralelamente, el Departamento de Energía (DOE) anunció una inversión de 72 millones de dólares para el programa “SuperTruck: Charged”, que busca demostrar cómo la integración vehículo-red puede proporcionar una carga asequible y confiable mientras aumenta la resiliencia de la red eléctrica.
Este conjunto de acciones se enmarca dentro de una estrategia “de todo el gobierno”, que incluye la participación continua con stakeholders para el desarrollo de una infraestructura de carga cero emisiones y planes de acción detallados para cada segmento del sector de carga, desde camiones y ferrocarriles hasta la aviación y el transporte marítimo. El enfoque se centra especialmente en las “zonas calientes” de contaminación del aire, buscando no solo combatir la crisis climática, sino también promover la justicia ambiental.
Así, la estrategia nacional de carga cero emisiones se alinea con los objetivos más amplios del gobierno para lograr un sector energético libre de contaminación de carbono para 2035 y cero emisiones en el sector transporte para 2050. Asimismo, se trabaja en colaboración con otros países para establecer caminos y acciones de implementación que permitan que los vehículos de carga media y pesada alcancen el 30% de las ventas nuevas en 2030 y el 100% en 2040.
Por ello, esta visión amplia se apoya en la participación de las comunidades, asegurando que las voces de aquellos más afectados por la contaminación del aire se integren en el proceso de planificación y ejecución. El enfoque en la justicia ambiental es evidente, con un claro compromiso de identificar e invertir en comunidades desfavorecidas y sobrecargadas por la contaminación, asegurando que los beneficios de estas inversiones federales lleguen a quienes más lo necesitan.
Con esta ambiciosa agenda, Estados Unidos va detrás de liderar la reducción de la huella de carbono del transporte global y también establecer un estándar de justicia y equidad ambiental que busca ser modelo a seguir a nivel mundial. La estrategia un paso hacia un futuro más verde y sostenible alineado con el Acuerdo de París.