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Las pruebas de microbioma intestinal han ganado popularidad entre quienes buscan soluciones a problemas digestivos persistentes como gases, hinchazón, diarrea o estreñimiento. Sin embargo, la efectividad y validez clínica de estas pruebas siguen siendo temas de debate.
El microbioma, una colección de billones de microorganismos que habitan en el cuerpo humano, juega un papel crucial en la digestión, la función del sistema inmunológico y otros procesos vitales. Según el Dr. Arvind Reddy, gastroenterólogo del Hospital Houston Methodist, “La composición del microbioma, los tipos y la abundancia de microorganismos presentes, puede variar significativamente entre individuos”. Esta variabilidad es especialmente notable en el microbioma intestinal, influenciado por factores como la dieta, el estilo de vida y el medio ambiente.
Investigadores y médicos han estudiado estas diferencias durante décadas. Un microbioma equilibrado favorece un intestino sano, mientras que uno desequilibrado, conocido como disbiosis, puede contribuir a trastornos como el síndrome del intestino irritable (SII) y la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). El Dr. Reddy explica, “Cuando se alteran los tipos o cantidades de microorganismos intestinales, se conoce como disbiosis”. Esta condición puede interrumpir procesos importantes en el cuerpo.
Ante estos problemas, las pruebas de microbioma intestinal, también conocidas como pruebas de salud intestinal, se presentan como una solución. Estas pruebas caseras, disponibles en el mercado, permiten a los usuarios enviar una muestra de heces para su análisis. Utilizando la secuenciación, se evalúan los microorganismos presentes en la muestra, proporcionando información detallada sobre su composición. Algunas empresas también cuantifican estos microorganismos, ofreciendo un desglose de los tipos específicos de bacterias y levaduras presentes.
Pese a que estas pruebas prometen determinar si la composición del microbioma es “normal” y ofrecen productos personalizados como cócteles probióticos y prebióticos, el Dr. Reddy advierte sobre la falta de validación clínica.
En este momento, no parece haber suficiente evidencia para recomendar estas pruebas para el mantenimiento de la salud de rutina”, afirma el Dr. Reddy. Ninguna de estas pruebas ha sido aprobada por la FDA y actualmente no existe un punto de referencia claro sobre cómo debería ser un microbioma intestinal “normal”.
Además, la gran variabilidad de los microbiomas individuales hace difícil definir patrones o firmas específicas que indiquen desequilibrio. Los pasos en el hogar para corregir el desequilibrio del microbioma tampoco están establecidos. Por ejemplo, no se sabe si los suplementos probióticos realmente ayudan a mantener un intestino sano. Su papel en el tratamiento de problemas digestivos es aún menos claro.
El Dr. Reddy señala que se están llevando a cabo investigaciones para comprender mejor el microbioma intestinal y los efectos de alterarlo de ciertas maneras. “Esperamos que esto nos brinde una mejor orientación y dirección en el futuro cercano”, agrega.
Aunque las pruebas de microbioma intestinal son una herramienta prometedora, su utilidad clínica y validez requieren más investigación y evidencia antes de que puedan ser recomendadas de manera rutinaria.