NotiPress
Luego de que el Consejo Nacional Electoral (NCE) venezolano proclamó como ganador a Nicolás Maduro, se encendieron las alarmas de la comunidad internacional por la falta de claridad por parte de las autoridades electorales para respaldar el resultado. En efecto, mientras que muchas autoridades de países como Argentina, Chile y Uruguay declararon no reconocer los resultados electorales, otros países exigen la publicación detallada de los comicios. Entre ellos, Estados Unidos, el cual evalúa aplicar sanciones en el caso de que Venezuela no proceda a dilucidar los resultados.
Durante una conferencia de prensa otorgada el 29 de julio de 2024, funcionarios del Departamento de Estado informaron estar evaluando la política de sanciones a la luz de los intereses generales de la política exterior nacional de Estados Unidos. Esta política de sanciones, subrayaron los funcionarios de alto nivel, fue la misma que le permitió a la oposición estar presente en las listas para desarrollar el proceso electoral con aparente normaliad. Este fue el resultado de varios ajustes realizados a la política de sanciones durante 2024.
Pese a los resultados, el Departamento de Estado tiene objetivos estratégicos a largo plazo, entre los cuales, el hecho de haber celebrado elecciones se considera uno de esos objetivos. Por otro lado, el fortalecimiento de las figuras opositoras al régimen de Maduro y la posibilidad de que ingresaran algunos observadores internacionales como el Centro Carter se consideran como algunos otros logros.
En cuanto al escenario presentado luego de las elecciones, el Departamento de Estado confía en que las autoridades de Maduro entienden las consecuencias de un posible fraude en la celebración de las elecciones 2024. Eso podría significar graves obstáculos para sus objetivos a largo plazo de normalizar las relaciones diplomáticas y políticas de Venezuela en la región. A pesar de que Maduro pueda continuar en el poder por más que no hayan datos que respalden su elección, afirman las autoridades, la presión internacional contra su régimen se hará más fuerte. Además, desde el Departamento de Estado aseguraron que seguirán presionando para que se aborden las preocupaciones tanto dentro como fuera de Venezuela.
Hasta el momento, las autoridades estadounidenses no han dado detalles sobre cuál será el accionar que aplicarán a partir de la situación presentada después del 28 de julio. No obstante, aseguraron que trabajarán en conjunto con otros organismo internacionales como la OEA o el G7 para debatir una forma colectiva para avanzar en el asunto. La ruta deseada por los funcionarios sería, en primera instancia, aplicar las reformas que el pueblo venezolano exige, y, luego, imponer consecuencias a Nicolás Maduro y quienes lo rodean.