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Como epicentro de las funciones vitales y emociones, el cerebro desempeña un papel esencial en cada aspecto de la vida. Sin embargo, a medida que se envejece o se atraviesan situaciones de estrés y malos hábitos, este órgano tan complejo puede verse afectado, comprometiendo la salud y bienestar. Además, el cerebro es el órgano más complejo del cuerpo humano, responsable de coordinar funciones vitales como el ritmo cardíaco, la capacidad de sentir y la memoria.
Dado que es el epicentro de las emociones y la existencia, mantener su salud es importante para una vida plena. Sin embargo, un alto porcentaje de la población sufre daños cerebrales debido a diversas causas, como la edad, los accidentes y la falta de cuidados adecuados. Según la Secretaría de Salud, más del 20% de los mexicanos mayores de 60 años presentan algún tipo de deterioro cognitivo.
Por su parte, los jóvenes también empiezan a experimentar envejecimiento cerebral prematuro, influenciado por el estrés y la pandemia, según un estudio de la Universidad de Stanford. Ante esta situación, es fundamental adoptar cambios en el estilo de vida para promover la salud cerebral.
En primer lugar, el consumo de precursores de glutatión, como los presentes en suplementos alimenticios, es una estrategia clave. El glutatión es un antioxidante que protege las células cerebrales del daño oxidativo y reduce la inflamación y, según recientes investigaciones, su consumo puede prevenir lesiones cerebrales microscópicas y mejorar la función cognitiva, reduciendo el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
Asimismo, en segundo lugar, practicar mindfulness, es una técnica que fomenta la atención plena y resulta muy beneficioso. Esta práctica ayuda a disminuir el estrés e incrementa la materia gris en áreas cerebrales vinculadas a la memoria y la toma de decisiones. Incorporar mindfulness en la rutina diaria puede contribuir significativamente a la salud cerebral.
La tercera recomendación es seguir la dieta MIND, diseñada para proteger el cerebro y reducir el riesgo de demencia. Esta dieta combina elementos de la dieta mediterránea y, el enfoque DASH, promueve el consumo de alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras de hoja verde, mientras se limita la ingesta de carnes rojas y productos procesados.
Finalmente, estimular la mente mediante actividades como leer, aprender un nuevo idioma o tocar un instrumento musical es fundamental para mantener la agilidad cognitiva. Estas actividades mejoran la memoria y el estado de ánimo y contribuyen a un envejecimiento saludable y a la prevención de enfermedades neurodegenerativas.