NotiPress
El norovirus es un virus muy particular, su resistencia lo hace capaz de sobrevivir varias semanas fuera del cuerpo y hasta puede resistir el desinfectante de manos. Una vez que el norovirus infecta a un huésped, puede replicarse en cuestión de días y desprenderse en miles de millones de partículas de virus que pueden transportarse por el aire o vivir en el medio ambiente.
De hecho, una vez que la persona se recupera de la infección, aún puede propagarlo hasta por cuatro semanas. Con alrededor de 100 partículas virales se puede infectar a un nuevo huésped y comenzar nuevamente el ciclo.
En entornos cerrados como escuelas, restaurantes o, quizás el más notorio, los cruceros, el norovirus puede “propagarse como un incendio forestal”, explicó a NotiPress el Dr. César Arias, jefe de la división de enfermedades infecciosas del Hospital Houston Methodist. Aun así, el virus puede evitarse y prevenirse con las medidas y estrategias adecuadas.
Al ubicarse en el revestimiento de algunas partes del intestino, el norovirus es la principal causa de vómitos, diarrea y enfermedades transmitidas por los alimentos en Estados Unidos. A pesar de la similitud de los síntomas, este virus no es el mismo de la gripe estomacal, la cual se refiere a cualquier multitud de virus que pueden involucrar el tracto gastrointestinal como parte de una gran constelación de síntomas, aclara el Dr. Arias.
Sin embargo, el norovirus no es la gripe estomacal, como suele creerse. Además, muchos virus, como la influenza y algunos otros, pueden causar síntomas gastrointestinales similares. El norovirus incluye síntomas como vómitos repentinos, diarrea, fiebre, dolor de estómago y malestar general.
Debido a la generalidad de los síntomas, es difícil diagnosticar el virus, pero el doctor Arias asegura que hay ciertas características clínicas y epidemiológicas que pueden ayudar a identificar el organismo “como la apariencia de las heces, si tienes fiebre, si presentas vómitos o el tiempo entre el momento en que crees haberte infectado y el momento en que comenzaste a desarrollar síntomas”.
La transmisión del virus es muy sencilla en entornos cerrados, en los suministros de agua e incluso durante catástrofes naturales. Las rutas que señala el experto son la transmisión fecal-oral, los alimentos contaminados y las gotitas de vómito en el aire.
No obstante, el virus se resuelve por sí solo en unos pocos días en la mayoría de las personas. Pero los niños más pequeños y los adultos mayores pueden tener síntomas o complicaciones más graves. “Las complicaciones más comunes que vemos son cuando los pacientes aspiran, vomitan y terminan con contenido estomacal en los pulmones, o deshidratación por diarrea”, explica el especialista del Hospital Houston Methodist. “La deshidratación puede ser particularmente peligrosa para los pacientes inmunocomprometidos”, agrega.
Rara vez, dice el Dr. Arias, el norovirus puede causar convulsiones benignas si un paciente tiene fiebre alta como resultado de una infección. Aún más rara es la encefalitis, cuando el cerebro se inflama, una complicación rara, pero grave que puede llevar a la muerte.
Para evitar contraer el norovirus, las recomendaciones son: lavarse las manos con frecuencia, asegurarse que los utensilios para comer estén bien limpios o desinfectar las superficies con lejía. En caso de ser consciente de ser portador de la enfermedad, se debe usar un baño que nadie más usará debido a que “cuanto más contengas tus secreciones, más podrás evitar que el norovirus infecte a otros”, asegura el profesional del Hospital Houston Methodist. Estas son algunas recomendaciones que ofrecen los expertos para combatir este virus altamente contagioso.