Nuevos medicamentos para adelgazar en 2025: avances y expectativas

NotiPress
A medida que aumenta la demanda global de medicamentos para la pérdida de peso, la industria farmacéutica se prepara para probar en 2025 una nueva generación de fármacos diseñados para mejorar la eficacia y resolver las limitaciones de los tratamientos actuales. Se espera que estos avances no solo faciliten la reducción de peso, sino que también ofrezcan beneficios adicionales para la salud metabólica y cardiovascular.

Los tratamientos más populares, como Ozempic y Wegovy, basados en semaglutida, mostraron resultados significativos en la regulación del azúcar en sangre y el control del apetito. Sin embargo, estos medicamentos tienen costos elevados, requieren inyecciones semanales y deben tomarse a largo plazo para evitar el efecto rebote. La nueva ola de fármacos en desarrollo busca superar estos inconvenientes. Tirzepatida: reducción de peso y beneficios cardíacos

En primer lugar, la tirzepatida, comercializada como Mounjaro y Zepbound, mostró una reducción de hasta el 20% del peso corporal en 72 semanas en ensayos clínicos. Este medicamento inyectable actúa sobre dos hormonas clave: el GLP-1 y el polipéptido inhibidor gástrico (GIP), mejorando la regulación del metabolismo de las grasas. Los estudios demostraron que contribuye a la reducción del peso del corazón y de la grasa circundante, lo cual puede traducirse en una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares. Un ensayo programado para concluir en 2025 evaluará más a fondo sus efectos en personas con obesidad y diabetes. Retatrutida: un enfoque triple para la pérdida de peso

Otro medicamento en desarrollo es la retatrutida, un fármaco experimental que activa simultáneamente los receptores de GLP-1, GIP y glucagón. En ensayos clínicos, los participantes lograron una reducción promedio del 24% de su peso corporal en 11 meses, superando los resultados obtenidos con la tirzepatida y la semaglutida. Este medicamento aún no cuenta con aprobación regulatoria y se encuentra en ensayos de fase III que finalizarán en 2026. Orforglipron: una alternativa oral prometedora

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Uno de los mayores desafíos de los tratamientos actuales es la necesidad de inyecciones frecuentes. Orforglipron, un medicamento desarrollado en forma de píldora diaria, podría cambiar este panorama. En estudios iniciales, los participantes experimentaron una pérdida de peso del 10% en 26 semanas, con mejoras en la presión arterial y los niveles de lípidos en sangre. Si bien su mecanismo de acción es similar al de Ozempic, la ventaja radica en su administración oral, lo que podría aumentar su accesibilidad y aceptación. Se espera que los ensayos de fase III concluyan en 2025 y que el medicamento reciba aprobación en 2026. MariTide: mantenimiento de la pérdida de peso

Es muy frecuente que, con los tratamientos actuales, se recupere el peso una vez suspendido el medicamento. Por eso, MariTide, un fármaco inyectable de administración mensual, demostró ser capaz de mantener la pérdida de peso durante meses después de la última dosis. En estudios preliminares, los participantes lograron una reducción del 20% de su peso corporal en 52 semanas. Esta característica podría convertirlo en una opción atractiva para quienes buscan soluciones más sostenibles a largo plazo. CagriSema: combinación de fármacos para mayor eficacia

Desarrollado por Novo Nordisk, CagriSema combina semaglutida con cagrilintida, un medicamento que potencia la sensación de saciedad. En estudios de 68 semanas, los participantes redujeron aproximadamente un 23% de su peso corporal. Los resultados de un segundo ensayo de fase III se esperan para la primera mitad de 2025.

Además de estos fármacos, varias empresas están explorando nuevos enfoques para el tratamiento de la obesidad. Algunas terapias emergentes incluyen versiones sintéticas de la amilina, una hormona que regula el azúcar en sangre y el apetito. A diferencia de la semaglutida, que puede provocar la pérdida de masa muscular junto con la grasa, estos nuevos tratamientos buscan preservar la musculatura mientras reducen la grasa corporal. También se están investigando tratamientos para bloquear ciertos receptores cannabinoides relacionados con la regulación del hambre.