El Salvador figura entre los países de la región Centroamericana y América Latina, que retrocederá 30 años en sus índices de pobreza debido al impacto económico que ha provocado la pandemia de la covid-19, de acuerdo al último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La CEPAL estima que más del cincuenta por ciento de la población en El Salvador entrará en la pobreza y pobreza extrema este 2020, es decir 11 puntos más que el año pasado.
A escala regional los niveles de pobreza que observa la CEPAL son similares a los registrados en el año 2005, alcanzando a 231 millones de personas e implicaría un retroceso de 15 años; mientras que la pobreza extrema alcanzaría a 96 millones de personas con un retroceso de 30 años, al llegar a los niveles del año 1990.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, aseguró que el informe de la CEPAL confirma las estimaciones que se hicieron en el país, en el sentido que estamos en una de las peores crisis de la historia de la región y particularmente en Centroamérica, el país más afectado por su caída en el Producto Interno Bruto PIB (-8.6 %) será El Salvador.
Uno de los impactos que tiene la crisis es el aumento sustancial de la pobreza en la región, y eso representa para los países una década perdida en la mejora de bienestar y de lucha por la reducción de la pobreza.
Para El Salvador una caída en la economía de -8.6 % significa un retroceso de 2 o 3 años en la producción de bienes y servicios, estimó Cabrera, quien advierte que repercute en la reducción de los ingresos de los trabajadores.
En El Salvador a causa de la pandemia ya se perdieron más de 82 mil empleos formales y a pesar que es difícil medir el impacto en el sector informal, de los 2.8 millones de personas empleadas, dos millones están en el sector informal.