El presidente ruso exhortó a Armenia y Azerbaiyán a terminar con la “tragedia” en la región separatista de Nagorno Karabaj, en su primer pronunciamiento público sobre este conflicto, durante una entrevista difundida el día de su cumpleaños.
El Kremlin ya había citado al presidente ruso pidiendo poner fin a las hostilidades a través de comunicados, pero ésta es la primera primera vez que toma una posición pública y televisada desde el comienzo de los combates, el 27 de septiembre.
Rusia mantiene buenas relaciones con ambos beligerantes a los que provee de armas, pero se encuentra más cerca de Armenia, que integra una alianza militar controlada por Moscú.
Putin señaló que Rusia “respetará sus compromisos” en el marco de esta Organización del tratado de seguridad colectiva, indicando no obstante que las hostilidades “no tienen lugar en territorio armenio” sino en el de la autoproclamada república del Karabaj, apoyada por Ereván, pero oficialmente en suelo azerbaiyano.
Pero, una eventual ampliación del conflicto a territorio armenio, sin embargo, podría desencadenar una intervención de Moscú, que cuenta con una base militar en Armenia.
En una entrevista con la AFP, el primer ministro armenio, Nikol Pachinian, hizo una advertencia, a medias tintas, a Azerbaiyán contra la tentación de ampliar el conflicto, recordando su alianza militar con el gran hermano ruso.