Cómo distinguir entre acidez estomacal y un infarto: claves para reconocer los síntomas

NotiPress

Cuando se experimentan molestias en el pecho acompañadas de ardor o náuseas, la confusión entre acidez estomacal e infarto es común. Esta similitud en los síntomas puede tener consecuencias graves si no se identifican correctamente. De acuerdo con el Dr. Juan Carlos Rozo, cardiólogo del Hospital Houston Methodist, es crucial buscar atención médica de inmediato ante cualquier duda, ya que algunos ataques cardíacos no presentan el típico dolor torácico intenso.

Según cifras de salud pública compartidas con NotiPress, más de 60 millones de personas en Estados Unidos padecen acidez estomacal al menos una vez al mes, mientras que más de 800 mil sufren un infarto cada año. La diferenciación entre ambos cuadros puede salvar vidas, pues aunque comparten síntomas como dolor en el pecho, náuseas y dificultad para respirar, existen señales específicas que permiten identificarlos con mayor precisión.

La acidez estomacal, generalmente relacionada con la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), produce una sensación de ardor en el pecho que sube desde el estómago hacia la garganta. Otros síntomas incluyen sabor agrio en la boca, eructos, hinchazón, regurgitación, dificultad leve para respirar y náuseas. Si bien puede tratarse con medicamentos, los casos graves pueden derivar en esófago de Barrett, una afección precancerosa.

Por otro lado, un infarto se presenta cuando las arterias del corazón se bloquean, impidiendo el flujo sanguíneo adecuado. Esto puede causar síntomas más amplios como sudoración fría, fatiga, mareos, palpitaciones irregulares, y malestar en la mandíbula, cuello, espalda o brazos, además del dolor en el pecho. Estos síntomas pueden surgir repentinamente o manifestarse gradualmente días antes del evento cardíaco.

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El Dr. Rozo señala que la duración y características del malestar son elementos clave para distinguir ambas condiciones. La acidez estomacal suele desaparecer en minutos u horas, mientras que los síntomas de un infarto persisten, explica el experto. Además, el dolor de un infarto no se limita al esófago, como sucede con el reflujo, y se percibe más como una presión o pesadez que como ardor.

Si los síntomas no desaparecen o se acompañan de señales como dificultad para respirar, sudoración o mareos, se recomienda acudir inmediatamente a urgencias. En casos de infarto, el diagnóstico rápido mediante electrocardiograma, análisis de sangre y estudios de imagen como la tomografía o angiografía permite iniciar tratamientos como angioplastia o cirugía de bypass.

Por último, el Houston Methodist enfatiza la importancia de la atención integral y personalizada para prevenir enfermedades cardíacas. “Contamos con planes para modificar el estilo de vida y administrar medicamentos, así como procedimientos mínimamente invasivos cuando sea necesario. Esto ayuda a garantizar el mejor resultado posible”, concluye el Dr. Rozo.