En El Salvador se ha registrado que los daños más comunes que desarrollan los pacientes que enferman gravemente de la COVID-19 son la fibrosis pulmonar y la fibrosis bronquial. Así lo indicó Francisco Lemus, jefe de vigilancia sanitaria del Instituto Salvadoreño del Seguro Social.
Dichas complicaciones se generan a consecuencia de la infección por el coronavirus.
La fibrosis pulmonar dificulta el paso del aire en los pulmones, ya que, al existir una reacción inflamatoria por la COVID-19, se pierde la elasticidad del tejido que compone el pulmón, el cual es muy flexible.
Los conductos bronquiales se endurecen, por lo que a los pacientes les cuesta tanto respirar. También dificulta recuperar el aliento y es posible que la sangre no reciba suficiente oxígeno.
En agosto de 2020, la Organización Panamericana de la Salud lanzó una advertencia informativa sobre las principales secuelas de la COVID-19.
Según comunicaron, los pacientes que desarrollaron un cuadro clínico grave tienen como principal secuela el desarrollo de fibrosis pulmonar.
Por ahora, la mayoría de los pacientes que sufrieron fibrosis por la COVID-19 reciben terapias para recuperar la flexibilidad y poder respirar con más facilidad.
Algunos de los daños del sistema neurológico que han identificado a escala internacional son dolores de cabeza, pérdida de memoria y confusión.