La montañista salvadoreña Alfa Karina Arrué no descansa en su etapa de preparación de cara a volver a experimentar una nueva expedición hacia lo que sería su más grande hazaña, llegar a la cima del Monte Everest, una travesía que se ha propuesto efectuar la atleta salvadoreña en 2022.
En ese sentido, la deportista encara desde ahora un proceso de preparación que le permitirá llegar en óptimas condiciones el próximo año para intentar ascender, por lo que manifiesta que se enfocará en entrenamientos de altura, que serán realizados cada mes hasta marzo de 2022, y otro de resistencia, los cuales efectuará en el país todas las semanas.
Este fin de semana estuvo en tierras costarricenses, en donde permaneció por cuatro días para realizar un total de 11 cumbres, con la finalidad de “mantener la resistencia y ayudar a la creación de glóbulos rojos por la altura”. Lo cual se va logrando arriba de los 2500 msnm (metros sobre el nivel del mar)”, confirmó.
De acuerdo a la montañista las cumbres realizadas en suelo tico fueron jornadas “duras y largas”, que le permitieron cumplir con las metas que cada mes se ha propuesto completar.
A pesar de que Arrué no consiguió coronar la cima del Monte Everest (8,849 metros sobre el nivel del mar) sí logró convertirse en la primera persona salvadoreña en sobrepasar los 8,000 msnm en el techo del mundo.
La atleta logró en tierras ticas subir las siguientes cumbres: Cerro Retes (3200 msnm), Cerro Cabeza de Vaca (3050 msnm), Travesía en Talamanca (2122 msnm), Cerro el Mirador (1756 msnm), Cerro El Jaboncillo (3177 msnm), Cerro El Páramo (3505 msnm), Cerro Asunción (3400 msnm), Cerro Zacatales (3456 msnm), Cerro Sábita 3415 (msnm), Cerro Sakira (3396 msnm) y volcán Irazú (3432 msnm).