Durante una expedición en julio, un grupo de científicos descubrió al norte de Groenlandia lo que piensan que puede ser la tierra emergida más septentrional del mundo, según anunció la Universidad de Copenhague.
El descubrimiento se produce en un momento en el que se avecina una batalla entre las naciones del Ártico –Estados Unidos, Rusia, Canadá, Dinamarca y Noruega– por el control del Polo Norte, a unos 700 km al norte, y de los fondos marinos circundantes, los derechos de pesca y las rutas marítimas expuestas por el deshielo debido al cambio climático.
Oodaaq, a unos 700 km al sur del Polo Norte, era considerada hasta ahora por la academia danesa como el punto más al norte del mundo.
Este nuevo islote sin nombre mide unos 30 metros de largo por 60 de ancho y se eleva a tres o cuatro metros por encima del nivel del mar.
Los científicos, que fueron en un principio a tomar muestras, pensaban que estaban en la isla de Oodaaq.