Agencias–El comercio electrónico vio sus mejores momentos tras el desencadenamiento de la pandemia del covid-19, pero el incremento de las compras en línea dejó una consecuencia indeseada: el aumento de las emisiones de carbono.
Como el comercio global implica el transporte de las mercancías por vía marítima, se necesitaron más barcos para transportar los contenedores ante la incrementada demanda, y por lo tanto hubo más emisiones nocivas en la atmósfera.
La industria del transporte marítimo, en su conjunto, emite más carbono en la atmósfera que Francia y Reino Unido juntos, así que el actual auge de los envíos por mar obstaculiza la lucha contra el cambio climático.