Eduardo es un nombre masculino de origen alemán, cuyo significado es ‘el guardián de la riqueza’. Hoy, en España, 105.139 hombres celebran su santo gracias a San Eduardo III, el confesor.
Después del abandono, las luchas y la opresión durante el reinado de los dos soberanos daneses, Harold Harefoot y Artacanuto, el pueblo inglés acogió con júbilo al representante de la antigua dinastía inglesa, San Eduardo el Confesor. Las cualidades que merecieron a Eduardo ser venerado como santo, se referían más bien a su persona que a su administración como soberano pues era un hombre piadoso, amable y amante de la paz.