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El cáncer es una de las principales causas de muerte a nivel mundial. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad fue la responsable de casi 10 millones de decesos durante el 2020. Por ellos, es esencial la detección temprana para iniciar los tratamientos de cualquier tipo de tumor y aumentar la expectativa de vida del paciente. Generalmente los tratamientos para combatir el cáncer son invasivos al cuerpo humano y se ha buscado realizar tratamientos menos intrusivos. Por ello, el Hospital Houston Methodist desarrolló una tecnología para reducir el tamaño de los tumores cerebrales sin necesidad de cirugía.
De acuerdo con un comunicado del Houston Methodist consultado por NotiPress, se atendieron en el Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a 592 derechohabientes de 0 a 85 años por padecimiento de tumores cerebrales. Por su parte, la Red Nacional de Registros de Cáncer, del Instituto Nacional de Cancerología, en México detecta anualmente un promedio de tres mil 500 nuevos casos de cáncer cerebral. De acuerdo con el IMSS, ese tipo de cáncer y otros del sistema nervioso son la treceava causa de muerte en adultos a nivel global.
La situación generó el interés de crear un método de tratamiento innovador dejando atrás tratamientos invasivos. En este sentido, especialistas del Houston Methodist utilizan un casco que genera un campo magnético que puede reducir hasta en un tercio el tamaño de un tumor mortal, como el glioblastoma. Los gliomas son los tumores malignos del cerebro más comunes, estos comienzan en el cerebro o la médula espinal e incluyen astrocitomas, ependimomas, glioblastomas, oligoastrocitomas y oligodendrogliomas.
Respecto al dispositivo, los creadores comentaron a NotiPress que el casco cuenta con tres imanes giratorios conectados a un controlador electrónico basado en un microprocesador que funciona con una batería recargable. La terapia de campo magnético se administró primero durante dos horas y luego se incrementó hasta un seis horas como máximo por día. Durante el período, la masa y el volumen del tumor del paciente se redujeron en casi un tercio, y la contracción pareció correlacionarse con la dosis de tratamiento.
Según el comunicado, ya se recibió la aprobación de la Agencia regulatoria de medicamentos y alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para el tratamiento de uso compasivo. Por su parte, los creadores afirman que algún día podría ayudar a tratar el cáncer de cerebro sin radiación ni quimioterapia. El cocreador y director del Centro Kenneth R. Peak para el Cerebro y la Hipófisis en el Departamento de Neurocirugía del Instituto Neurológico del Hospital Houston Methodist, David S. Baskin, comentó: “Nuestros resultados abren un nuevo mundo de terapia no invasiva y no tóxica con muchas posibilidades emocionantes para el futuro“.