El banco central chino anunció una inyección de 1,2 billones de yuanes (175.000 millones de dólares) para apoyar a la economía del país, afectada por una epidemia de pneumonía viral que dejó más de 300 muertos.
La operación se llevará a cabo este lunes cuando vuelvan a abrir los mercados financieros tras las vacaciones de Año Nuevo, prorrogadas a causa del coronavirus que apareció en la ciudad de Wuhan.
El banco central indicó en un comunicado que la operación servirá para mantener “una liquidez razonable y abundante” para el sistema bancario, así como para estabilizar el mercado de cambio.
El banco ya anunció el pasado sábado varias medidas para facilitar el crédito a las empresas que contribuyen a luchar contra la epidemia de coronavirus.
La epidemia, que ha dejado más de 300 muertos y 14.000 personas infectadas, paraliza China y su economía, con parte de la población encerrada en casa por miedo a la enfermedad.
El lunes se abrirán las bolsas de Shangái y Shenzhen, cerradas desde hace diez días.
A raíz de esta epidemia, China se enfrenta a un creciente aislamiento sanitario, ya que numerosos países decidieron cerrar sus fronteras a ciudadanos chinos y empresas aéreas suspendieron sus vuelos desde y hacia ciudades del gigante asiático.
El sector del transporte y del turismo es el que, de momento, se ha visto más afectado. China cerró las puertas de varias de sus ciudades y prohibió los viajes organizados de sus ciudadanos dentro y fuera del país, para tratar de contener la contaminación.
Varias compañías aéreas, incluyendo Air France, British Airways, Air Canada, Lufthansa, American Airlines, United Airlines, American Airlines o Delta, suspendieron sus vuelos hacia China continental.
Países como el Reino Unido, Alemania y Estados Unidos desaconsejaron los viajes a China. Algunos, como Singapur o Australia, incluso prohibieron la entrada a su territorio de todos los no residentes que lleguen de China, y Estados Unidos hará lo mismo a partir de este domingo.