El cambio climático ha reducido drásticamente el caudal del río Colorado, poniendo en peligro el suministro de agua para unos 40 millones de personas y millones de hectáreas de tierras de cultivo, alerta un nuevo estudio del Servicio Geológico de EE.UU., que advierte de la tendencia continuará a menos que se tomen medidas para aliviar el calentamiento global y los impactos de temperaturas más secas y cálidas.
El autor principal de la investigación, Chris Milly, explica que el flujo natural del río disminuyó en un 20 % entre 1913 y 2017. La mitad aproximada de esta reducción se debe a las altas temperaturas, mientras que el resto radica en la falta de precipitaciones, que los científicos también consideran resultado del cambio climático.
El estudio de Milly y de Krista Dunne, publicado en la revista Science, estima que el caudal disminuye en un 9,3 % con cada grado centígrado de aumento de temperatura.
Una caída de hasta un 31 % para 2050
El factor principal detrás de esa disminución del flujo es la de la capa de nieve. A medida que el clima se calienta, hay menos nieve. “Debido a que la nieve refleja tan bien la luz, su reducción significa que la cuenca absorbe más luz solar”, que, a su vez, provoca una mayor evaporación del manto de nieve, explica Milly en un correo a weather.com.
“Más evaporación de la cuenca significa que queda menos agua para alimentar el río y abastecer las demandas de 40 millones de personas y más de 2 millones de hectáreas de tierras de cultivo irrigadas”, detalla el investigador.