Alimentarse bien por las mañanas puede ser beneficioso en el combate de la diabetes y de la obesidad, apunta un nuevo estudio.
De acuerdo con una investigación llevada a cabo por un grupo de científicos de la Universidad de Lübeck (Alemania), esto se debe a un fenómeno llamado termogénesis inducida por la dieta (DIT), que mide qué tan bien funciona nuestro metabolismo.
Este indicador puede variar de acuerdo con la hora del día. En el desayuno, el metabolismo de una persona funciona más eficientemente que a la hora de la cena. Eso significa que de mañana nuestro cuerpo quema más calorías que en la noche.
“Nuestros resultados muestran que una comida que se come en el desayuno, independientemente de la cantidad de calorías que contiene, genera el doble de termogénesis inducida por la dieta que la misma comida consumida en la cena”, explicó Juliane Richter, la autora del estudio, citada por The Sun.
La investigación, llevada a cabo por científicos alemanes, contó con la participación de 16 voluntarios del sexo masculino que se dividieron en dos grupos. El primero recibió un desayuno bajo en calorías, equivalente a un 11% de la ingesta diaria recomendada (IDR), y una cena alta en calorías, equivalente al 69% del IDR. El segundo grupo, por su parte, fue alimentado de manera opuesta, con un desayuno más calórico que el almuerzo. El día siguiente, los grupos intercambiaron sus dietas.
Se descubrió que al ingerir un desayuno calórico y una cena baja en calorías la DIT es dos veces y media mayor que al adoptar una dieta en la que se ingiere más calorías en la noche. La investigación también mostró que comer un desayuno bajo en calorías aumenta el apetito, específicamente para los dulces.
“Recomendamos que los pacientes con obesidad y también las personas sanas coman un desayuno abundante en lugar de una cena abundante para reducir el peso corporal y prevenir enfermedades metabólicas”, concluyó Richter.