Cuatro atletas salvadoreños profesionales de la medicina han dejado de lado su respectivo deporte, por un momento, para cumplir con su misión de salvar vidas. Durante esta emergencia del COVID-19 en El Salvador, el sector profesional de la salud ha redoblado su trabajo para contener una crisis que, hace unos meses, quizás resultaba impensable para los atletas que solo se enfocaban en prepararse para sus compromisos deportivos.
Rafael Sosa Handal es miembro de la Federación Salvadoreña de Tiro Deportivo y, a su vez, es estudiante de séptimo año de medicina. En este momento se encuentra realizando su año de internado y también está enfrentando al COVID-19 en el Hospital San Rafael, de Santa Tecla.
Por otro lado está el judoca Mario Guillermo Sandoval, quien es médico ginecólogo-obstetra y que se encontró frente a frente con el virus COVID-19 en el hospital materno infantil 1º de mayo del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), en San Salvador. Mario, en este momento, se encuentra cursando la sub especialidad de perinatología, pero antes se contagió del COVID-1 y eso pasó a ser de los momentos más difíciles de su vida. “Fui asintomático, no presenté ninguna complicación, pero el tener que darles a tus familiares y personas cercanas esa noticia, y saber el estrés que esto va a generarse, la preocupación que les vas a provocar creo que ha sido lo más difícil”, mencionó Sandoval.
Por otra parte, en Santa Ana se encuentra el fisicoculturista José Mario Olmedo, quien tiene 20 años de ejercer la medicina interna y ahora está destacado en el área de emergencias médicas. “Cada dos semanas me encuentro en el área crítica, cubro también en servicios de hospitalización. La situación es bastante delicada no solamente para los que estamos al frente de las situaciones de algún paciente que llega en condición crítica, sino que también en que se debe también manejar el nivel de ansiedad y angustia que toda la población vive”, asegura Olmedo.
Por su parte, el atleta de luchas Juan José Rivas se encuentra también dando la batalla al COVID-19 en el área de Emergencia del Hospital Rosales y comenta que la mayor dificultad que enfrentan como profesionales de la salud es la falta de conciencia de la población con respecto al seguimiento de las indicaciones de prevención del virus.