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Las criptomonedas han dejado de ser económicamente marginales y han desembocado en un furor especulativo que ha cambiado los portafolios de inversión de muchos inversionistas. Esto ha ocasionado amor y odio hacia las criptomonedas de diversos actores económicos a nivel mundial.
Ejemplo de esta volatilidad en criptomonedas, es el desempeño de la moneda digital más famosa, Bitcoin, que durante el primer semestre de 2021 cerró en máximos y mínimos históricos durante los últimos 8 años. Pese a los altibajos, el canal de largo plazo ha resultado en un canal ascendente en la apreciación del Bitcoin. No obstante, una presión de venta seria ocasionada por algunos actores económicos, podían afectar seriamente las cotizaciones.
Uno de los actores económicos de mayor relevancia que ha alimentado las historias de amor y odio por las criptomonedas, es el multimillonario Elon Musk. El dueño de la automotriz Tesla, ha movido drásticamente las cotizaciones de Bitcoin al alza tras anunciar que aceptará esta moneda digital como medio de pago. Unas semanas más tarde, Musk retiró respaldo a la criptomoneda por el excesivo uso de energía para minar, los token ocasionando una reducción importante de la cotización de este medio de pago.
Del lado contrario, los precios de las criptomonedas también se han movido más allá de los comentarios de personajes particulares. Los precios de las criptomonedas también resintieron las restricciones de China durante junio y borraron casi por completo las ganancias de 2021. Esto después del anuncio del 18 de junio 2021 de prohibir la operación de todas las granjas de minado de criptomonedas en Sichuan a más tardar el 20 de junio. En el mismo comunicado también se informó, la totalidad de las compañías eléctricas deberán dejar de prestar servicios a quienes se dediquen al minado de criptomonedas en la región. El recorte ha representado una caída mayor al 90% del minado de Bitcoin en China haciendo perder confianza en la moneda digital.
Así, en esta lucha de las criptomonedas de diversos programadores contra las monedas emitidas por los bancos centrales, ha creado diferentes narrativas de amor y odio alrededor de este método de pago. Conforme más empresas y actores económicos relevantes acepten las criptomonedas como método de pago, se extenderán los análisis a favor y en contra de este método de pago y su injerencia restara soberanía a las monedas nacionales.