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La alimentación juega un papel importante para los atletas élite; una dieta equilibrada puede marcar la diferencia entre gozar de buena salud tanto física como mental y alcanzar el éxito. Sin embargo, un artículo publicado durante marzo de 2022 en Current Sports Medicine Reports, señala que los trastornos alimenticios en atletas de alto rendimiento plantean una complejidad única que merece atención.
De acuerdo al informe, los deportistas profesionales tienen un 45% más de probabilidades de padecer trastornos alimenticios. La cifra contrasta con la media en la población en general estadounidense donde solo el 5% puede padecer algún tipo de problema relacionado con la alimentación.
Aunado a ello, los atletas también pueden enfrentar factores de riesgo específicos del deporte, sobre todo en aquellos donde dar el peso es importante para competir. Otro aspecto importante es que en la mayoría de los casos, los deportistas élite son blanco de comentarios sobre su peso corporal o su aspecto físico.
Rachael Flatt, coautora del estudio explicó: “En términos de patología alimentaria, los equipos de tratamiento y apoyo deben entender la gravedad de la enfermedad y estabilidad médica“. La también maestra de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill agregó que los especialistas deben recetar tratamientos alimenticios integrales para casos específicos en deportistas.
Para los investigadores, puede ser difícil distinguir la ingesta alta de calorías y los atracones de los atletas durante su proceso de preparación. Además, fue complicado analizar los regímenes de entrenamiento intensivo o compulsivo observado en algunos pacientes con trastornos alimenticios.
A raíz de esta situación, Rachael Flatt y su grupo de científicos detallaron algunos puntos clave que deben seguir los especialistas de la nutrición para deportistas élite. En primer lugar, los investigadores señalan que se necesita tratamiento hospitalario/residencial para atletas con trastornos alimenticios graves.
Este tipo de pacientes pueden tener peso corporal bajo o una rápida pérdida de peso, por tal motivo, se debe tener un mayor cuidado, pues suelen tener pensamientos suicidas y posibles complicaciones médicas. Un segundo punto es la hospitalización intensiva ambulatoria o parcial, la cual es apropiada para atletas que pueden llevar un tratamiento transitorio.
Aunque no estén internados, los pacientes pueden ser monitoreados varios días a la semana u horas sin la necesidad de estar hospitalizados. Y un tercer punto es la atención ambulatoria que está indicada para atletas con trastornos alimenticios de leves a moderados. Esos pacientes, tienen una condición médica estable, pero necesitan monitoreo cercano para tratar comportamientos y pensamientos alimentarios y seguir su progreso.
Cada uno de los enfoques médicos propuestos por Flatt, intentan mejorar la atención médica para los atletas de alto rendimiento. Al mismo tiempo, los puntos antes citados podrían ser clave si se busca prevenir diferentes trastornos alimenticios, desde una mala alimentación, hasta otros tópicos vinculados con la salud mental de los deportistas.