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El legado digital hace referencia a todo el contenido generado por la actividad en computadoras e internet por una persona e incluye cuentas de correo electrónico, redes sociales o cuentas bancarias. Esto cobra relevancia debido a que los usuarios deben decidir en vida qué se hará post-mortem de sus perfiles online, redes sociales y activos financieros.
Por ello, según ESET, es un problema creciente y señalan, en el futuro Facebook podría tener más perfiles de personas muertas en comparado con personas vivas. Sobre todo por la tendencia a la baja en la cantidad de nuevos suscriptores a ciertas plataformas.
Ante este escenario, los usuarios redes sociales tienen a su disponibilidad diferentes herramientas para decidir quién cuidará de su perfil o que decidan si será eliminado. Sin embargo, en Instagram, los usuarios no pueden decidir sobre este tema. Solo existe la posibilidad de que una cuenta pase a ser conmemorativa mediante la petición de una persona autorizada o miembro de la familia en posesión de un certificado de defunción. Pero nadie podrá administrar las imágenes, videos o contenidos ni la configuración de privacidad.
En otras plataformas como Google, se habilita el Administrador de cuentas inactivas de Google, así la empresa podrá detectar la inactividad de tu cuenta. Posteriormente, se emitirá un enlace descargable a un contacto elegido previamente, además de tomar la decisión del tiempo de inactividad más el tipo de datos descargables.
En contraste, Twitter no tiene ninguna política establecida para los usuarios respecto al destino final de su cuenta una vez ocurrido el deceso. Tampoco Microsoft proporciona herramienta alguna para permitir administrar el legado, ni otorga permisos a terceros de la familia, solicite la eliminación de la cuenta. Sin embargo, Microsoft eliminará las cuentas únicamente en cumplimiento de una orden judicial.
Finalmente, recomiendan tomar en cuenta qué uso se le dará al legado digital, sobre todo porque el desarrollo tecnológico acostumbra a estas dinámicas de vida. En donde se publican fotos y videos en línea, sin pensar mucho, o sin pensar en absoluto, en lo que ello significa.