Estudio revela la necesidad de un cambio en la atención médica a personas intersex

NotiPress

Un nuevo estudio de la Universidad de Boston destaca la necesidad de un cambio sistémico en la atención médica que se da a las personas con variaciones intersexuales. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aproximadamente un 1.7 por ciento de la población mundial nace con rasgos intersexuales y advierte, se trata de una comunidad expuesta a la violación sistémica de sus derechos humanos.

Se conoce como personas intersex a aquellas que nacen con características sexuales (incluyendo genitales, gónadas y patrones cromosómicos) los cuales no se ajustan a las nociones binarias de cuerpos masculinos o femeninos. Según un comunicado de la universidad, este estudio desafía la noción de una existencia estrictamente binaria de los sexos masculino y femenino. Se trata de una idea fácilmente refutada por la ciencia, pero sostenida frecuentemente en el discurso mediante “tergiversaciones o malentendidos de la biología”, asegura.

Mediante el análisis de entrevistas a personas intersex, los investigadores encontraron que esta comunidad experimenta diversos traumas médicos. Un ejemplo de esto son las cirugías genitales “normalizadoras”, practicadas a bebés e infantes intersexuales sin consentimiento y con repercusiones fisiológicas y psicológicas importantes.

Al respecto, el estudio publicado en la revista Social Science & Medicine destaca la importancia de la autonomía corporal y la atención informada sobre el trauma. Según los investigadores, estos son puntos de partida para la atención médica que benefician a todas las personas.

Las personas intersex en México
En 2020, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) realizó la primera Encuesta Intersex para analizar la violencia y la discriminación que sufre esta población en el país. Según el resumen ejecutivo, las violaciones a los derechos fundamentales de las personas intersex van desde barreras para obtener certificados o actas de nacimiento a intervenciones médicas innecesarias y no consensuadas.

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Según Conapred, estas prácticas se han justificado en parte por la cultura binaria del sexo, que deriva en la secrecía y vergüenza de los cuerpos intersex y la necesidad de “corregirlos”, dejando de lado los derechos humanos de los pacientes intersexuales. Estos derechos fundamentales incluyen el derecho a la personalidad, a la integridad física y psicológica, a una vida libre de violencia y a no ser sujeto de tortura o trato inhumano.

Respecto a las cifras, la encuesta destaca que aproximadamente 6 de cada 10 personas intersex participantes se les asignó el sexo femenino al nacer. A cerca de 4 de cada 10 se les asignó el sexo masculino y un 4.5% reportó no saber con certeza cuál sexo se le asignó en el nacimiento.

No obstante, señala el resumen, las variaciones intersexuales son características corporales y no guardan relación con la orientación sexual ni la identidad de género. En este sentido, destaca que los datos evidencian una alta prevalencia de personas intersex (44.3%) cuyo sexo asignado al nacer no se corresponde con su identidad de género actual.

Así, muchos organismos nacionales e internacionales enfatizan la necesidad de erradicar las prácticas violentas hacia las personas intersex en el sistema médico. Aunado a otros tipos de discriminación, los especialistas señalan las importantes consecuencias negativas de las cirugías genitales “normalizadoras”, a menudo realizadas sin consentimiento del paciente y sin proporcionar información precisa sobre el trauma a padres o tutores.