El miedo como bisagra ¿Techo de crecimiento o piso de apoyo para una transformación?

NotiPress

Especialistas en salud mental afirman, “no hay persona que no haya experimentado miedo en algún momento de la vida”. Las experiencias de la niñez o frustraciones de la vida adulta juegan un rol importante en algún momento de la vida. Para crecer, el miedo puede ser gran bisagra, ya sea para frenar el desarrollo profesional o afectivo, aunque también se puede utilizar como el piso donde apoyarse para producir grandes transformaciones.

Claudio Plá, psiquiatra, psicólogo argentino y fundador de Poder Volar, plantea una pregunta en su libro Modo Avión (2018), que muchos piensan y pocos se atreven a explorar:

“El miedo es una gran bisagra. Se puede convertir en el techo de crecimiento de una persona, frenándole el desarrollo profesional o afectivo, pero también puede ser el piso donde apoyarse para producir grandes o pequeñas transformaciones”
Para el experto en aerofobia, el miedo fue parte del aprendizaje y desde ese miedo, construyó una metodología para ayudar a las personas a vencer el miedo a volar. La aerofobia puede surgir de una experiencia traumática, de la información proporcionada en redes sociales o medios de comunicación y por adquisición vicariante heredada de generación en generación. Además, el miedo a volar afecta el desarrollo de la vida de las personas.

Miedos en ámbitos profesionales


Como analogía del miedo como una bisagra, Statista publicó una encuesta el 21 de julio de 2023 en la cual se le consultó a mil 500 emprendedores latinoamericanos si volverían a emprender luego de haber fallado. En México, el 18% de los encuestados dijo no tener intenciones de emprender, mientras en Colombia se redujo al 13% y en Argentina al 6%. El miedo también puede limitar a emprendedores, no distingue entre los aspectos personales y profesionales. El autor del libro Modo Avión, consultado por NotiPress, afirma que el miedo a volar afecta al 30 por ciento de la población.

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Entre lo personal y lo profesional, destaca la experiencia de Dennis Bergkamp, un exfutbolista neerlandés que en durante la Copa Mundial de Futbol de 1994 sufrió un evento traumático. El cuarto máximo goleador de la naranja mecánica desarrolló la aerofobia al punto de poner una cláusula en sus contratos, la de nunca volar en avión para trasladarse entre sedes. El evento sufrido por el delantero consistió en un retraso en el inicio del vuelo por amenaza de bomba y luego una bolsa de aire que provocó un estado de caída libre durante algunos segundos.

Si bien la fobia a volar como el miedo a fracasar de un emprendedor son una ansiedad compleja por los diferentes factores que la componen, las creencias juegan un rol importante. Esas mismas creencias son las que pueden servir de bisagra, no como techo de crecimiento, sino como piso para el desarrollo de una transformación personal.