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La tasa mundial promedio de mujeres investigadoras en 2019 era de 29.3 por ciento, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (UNESCO). Aunque en los últimos cinco años el sector ha integrado a más mujeres, la brecha de género se amplía conforme las mujeres avanzan en sus carreras.
Algunos factores por los cuales las mujeres se alejan de las carreras relacionadas con las ciencias son las barreras sociales, culturales, sesgos de género y los estereotipos. Estos estereotipos son las creencias que se comparten dentro de una cultura o grupo acerca de los atributos o características que poseen las mujeres y los hombres.
Las mujeres reciben becas de investigación más reducidas en comparación con sus colegas hombres, según información del Foro Económico Mundial, a la cual NotiPress accedió. Además, les es más difícil obtener capitales de riesgo para startups de ciencia y tecnología. Otro problema es que existe una subrepresentación en los campos de la ciencia, pues solo el 35% de personas inscritas son mujeres.
Ante este panorama, el 10 de noviembre se conmemora el Día de la Ciencia, para impulsar el deseo de las niñas y adolescentes por esta disciplina. Por ello, la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF) presentó su nueva campaña Mujeres Con Ciencia.
Esta campaña busca explorar las historias de destacadas mujeres que participan activamente en la industria biofarmacéutica. En ese sentido, se podrán conocer sus luchas y los compromisos para que las niñas, adolescentes y mujeres puedan seguir su vocación en una carrera de las ciencias, la tecnología, las ingenierías y las matemáticas (STEM).
Cristóbal Thompson, director ejecutivo de la AMIIF, comentó a NotiPress que las carreras STEM no tienen género. Por lo cual, si las mujeres se sienten identificadas por esta área de estudio, si se contrarrestan estereotipos y se cuenta con más información, se podrán construir sociedades más incluyentes.
Este 10 de noviembre es una buena fecha para recordar la importancia de trabajar contra los factores que perpetúan las brechas en las carreras STEM. Es decir, los estereotipos de género, aspectos sociales, culturales y económicos, así como las diversas barreras enfrentadas por las niñas desde su educación.