Después de tres años de practicar remo, Miguel Andrés Morán ya experimentó el orgullo de representar a El Salvador en los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023, además de perfilarse como un atleta con buena proyección en la categoría senior peso ligero.
El sábado 3 de marzo, el atleta participó en la Primera Regata Promocional y Test competitivo que la Federación Salvadoreña de Remo (Federemo) desarrolló en el Lago de Ilopango.
El remo es el segundo deporte en el que Miguel Morán invierte esfuerzo y pasión. Antes de remar, el atleta soñó con ser futbolista profesional y seguir los pasos de su padre Guillermo Morán, ex futbolista salvadoreño que militó en Luis Ángel Firpo y Nejapa, entre otros equipos de la Primera División.
Así fue. El inicio de la carrera deportiva de Miguel Andrés Morán estuvo marcado por el fútbol, deporte que practicó desde pequeño hasta antes de la pandemia de Covid-19.
“Llegué rebotando al remo. Al inicio mi pasión era el fútbol, por mi padre, obviamente, yo era loco fútbol. Si me invitaban a jugar, yo iba, pero luego se apagó un poco la llama y traté de buscar otro deporte”, dijo el atleta que fue galardonado como Promesa del Año en remo durante la Gala de la Espiga Dorada 2022.
Actualmente, Miguel reside en Santo Tomás, San Salvador, desde donde se desplaza al lago de Ilopango para sus entrenamientos y competencias. Recalca que ahora disfruta al máximo las regatas y representar al país.
“En 2021, un compañero del colegio me invitó a un entreno a las 5:00 de la mañana en el Lago de Ilopango y cuando vine hice una gran conexión con el bote, fue como amor a primera vista, me gustó muchísimo el remo”, destacó.
“Llevo como tres años practicando remo, soy nuevo en este deporte. Por mi edad, el entrenador me dijo que era de aprender rápido la técnica, ha sido un proceso acelerado que me ha dado la posibilidad de haber participado como seleccionado en los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023 y fue primera competencia de alto nivel”, amplió Morán, deportista de 23 años.
Miguel compite en la categoría peso ligero, que por el momento no está en el programa de competencias de remo en los Juegos Olímpicos. “Lo único que toca por el momento es entrenar y tratar de llegar al nivel de los mejores”, dijo.
Sobre su faceta como futbolista ahora es un recuerdo grato. “En el círculo que yo crecí todo era fútbol, iba a los entrenos con mi papá, cuando estuvo en Nejapa; yo jugaba como volante y lateral. Llegó un momento en que dije que esto ya no era para mí, fue fuerte porque crecí con el sueño de ser futbolista, no era malo y tengo mi talento, pero vi que no era lo mío y se me fue el gusto”, mencionó.
Ahora, en su faceta de remero, Miguel explicó que siempre cuenta con el respaldo familiar, incluso su padre se ha involucrado como juez en este deporte.