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La inmersión en agua fría ha ganado popularidad recientemente, observada desde celebridades hasta usuarios de redes sociales. La pregunta es: ¿realmente ofrece beneficios al cuerpo? Para obtener una respuesta informada, NotiPress consultó al Dr Sadeer Al-Kindi, cardiólogo preventivo del Hospital Houston Methodist.
Al sumergirse en agua extremadamente fría, el cuerpo experimenta varias respuestas fisiológicas. “Hay un reflejo inicial de jadeo, seguido de una respiración rápida e incontrolable, un aumento de la frecuencia cardíaca y un aumento de la presión arterial”, explica el Dr Al-Kindi. Esto se conoce como respuesta de choque frío.
La inmersión en agua fría también afecta los vasos sanguíneos, provocando vasoconstricción para preservar energía, lo que puede reducir el flujo sanguíneo a áreas inflamadas del cuerpo. Sin embargo, al salir del agua, el cuerpo restaura el flujo sanguíneo normal a las zonas sumergidas.
Beneficios de la inmersión en frío: ¿Qué se sabe?
La comprensión del impacto de la inmersión en frío sigue siendo limitada. “Muchos conocimientos provienen de nadadores en aguas frías, pero esto no aplica del todo a las inmersiones cortas”, afirma el Dr. Al-Kindi. Además, la práctica varía en temperatura, duración y factores de salud individuales, afectando la respuesta al agua fría.
No obstante, algunos estudios pequeños han demostrado beneficios. La inmersión repetida en frío puede reducir la resistencia a la insulina, lo que podría reducir el riesgo de diabetes tipo 2, aunque aún no está claro. Otros estudios indican, las inmersiones en agua fría pueden reducir la inflamación y acelerar la recuperación muscular. La contracción de los vasos sanguíneos por el agua fría reduce la hinchazón y el dolor muscular tras un ejercicio prolongado, por lo que muchos atletas usan baños de hielo después de entrenar.
Sin embargo, más allá de estos beneficios, no hay suficiente evidencia sobre otros supuestos efectos positivos como mejor sueño, alivio del estrés, un sistema inmunológico más fuerte y menor inflamación crónica.
¿Puede ser peligroso sumergirse en agua fría?
Aunque puede mejorar la salud, la inmersión en agua fría no está exenta de riesgos. La inmersión repentina puede provocar ahogamiento si una persona jadea involuntariamente bajo el agua. “El choque también pone presión sobre el corazón, especialmente en personas con enfermedades cardíacas preexistentes”, advierte el Dr. Al-Kindi.
Debe evitarse la inmersión en agua fría en caso de:
Cardiopatía
Hipertensión
Diabetes
Neuropatía periférica
Mala circulación sanguínea
Estasis venosa
Enfermedad de aglutininas frías
Es recomendable consultar a un médico antes de comenzar cualquier nueva práctica de salud. Si se decide incorporar inmersiones frías en la rutina, asegúrese de que el agua no esté demasiado fría (10 °C es suficiente) y mantenga las sesiones cortas, de cinco a diez minutos. Una vez que el cuerpo se adapta y finaliza la respuesta de choque, el agua fría no ofrece muchos beneficios adicionales.