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Al momento de bajar de peso, uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es que una parte del peso perdido puede deberse a la pérdida de masa muscular. Sin embargo, la comunidad médica está mostrando preocupación por el efecto que los medicamentos para bajar de peso están teniendo en la perdida de músculos, en especial en la musculatura esquelética.
De acuerdo con un informe desarrollado por el Dr. Steven Heymsfield y la Dra. M. Cristina González, ambos del Centro de Investigación Biomédica de Pennington, la pérdida de masa muscular provocada por el consumo de medicamentos agonistas del receptor GLP-1 puede representar entre el 25 y el 39% del peso total perdido en un período de 36 a 72 semanas. Esta tasa de pérdida muscular es mucho mayor a la restricción calórica no farmacológica o por el envejecimiento normal.
A pesar de que la gran cantidad de peso perdido pueda parecer una buena noticia para quien desea bajar de peso, lo cierto es que la pérdida de masa muscular representa riesgos para la salud como una menor inmunidad, un mayor riesgo de infecciones o una mala regulación de la glucosa. Además, puede exacerbar afecciones como la obesidad sarcopénica, muy frecuente entre las personas obesas, y contribuye a peores resultados de salud, incluidas las enfermedades cardiovasculares y mayores tasas de mortalidad.
Este problema pasa a un mayor grado con la perdida de la masa muscular esquelética. En “Los músculos importan: Los efectos de la pérdida de peso inducida médicamente sobre el músculo esquelético”, los doctores de Pennington junto a la Dra. Carla Prado de la Universidad de Alberta y el Dr. Stuart Phillips de la Universidad McMaster, indican que el uso de agonistas del receptor GLP-1 podría perjudicar a esta masa muscular que es esencial para la fuerza y las funciones físicas, así como también para la salud metabólica y la regulación del sistema inmunológico.
Los autores destacan la necesidad de un enfoque multimodal para el tratamiento de la pérdida de peso, que combine agonistas del receptor GLP-1 con ejercicio e intervenciones nutricionales para preservar la masa muscular. “Tenemos que tener en cuenta los efectos secundarios que estamos viendo con los nuevos medicamentos para bajar de peso, como que una persona coma menos mientras toma los medicamentos y no obtenga la cantidad adecuada de vitaminas y minerales”, afirmó el Dr. Heymsfield.
Entre los agonistas del receptor GLP-1 se encuentra la marca Ozempic que originalmente estaba destinada a pacientes con diabetes y obesidad pero que progresivamente fueron adoptando personas que querían bajar de peso. Luego de que varias celebridades mostraran evidentes resultados del consumo de este fármaco, Ozempic se popularizó en Estados Unidos a pesar de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) no lo recomendara.
Ante la fama que adquirió el medicamento de caracter “sintético”, comenzó a popularizarse la berberina que se lo llamó el “Ozempic natural”. No obstante, su carácter natural no quita el hecho de que también es un medicamento el cual, los expertos indicaron que interfiere en el funcionamiento de la microbiota intestinal.
Por ende, los especialistas recomiendan tener precaución ante este tipo de medicamentos que no fueron elaborados originalmente para bajar de peso. De no ser suministrados bajo el control de un profesional, los efectos secundarios pueden ser desde náuseas, estreñimiento y diarrea hasta enfermedades infecciosas producto de la reducción de la masa muscular inducida por el régimen dietético.