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De acuerdo con un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine, la depresión posparto puede ser combatida a través de la actividad física. Con al menos 80 minutos semanales de ejercicio de intensidad moderada como caminar a paso ligero, aeróbicos acuáticos, bicicleta fija o entrenamiento de resistencia, se pueden lograr reducir los efectos de la depresión posparto.
La depresión y la ansiedad son relativamente comunes entre las madres después del parto. Sus consecuencias no solo afectan a la salud física y mental de la madre, sino que, además, el cuidado y el vínculo con el bebé se ven comprometidos, por ende, el desarrollo cognitivo, emocional y social del recién nacido también puede verse afectado.
Muchas madres, aseguran los investigadores, acuden a medicamentos y asesoramiento, que a menudo se asocian, respectivamente, con efectos secundarios y mala adherencia, y falta de acceso oportuno y gastos. Si bien siempre se tuvo en consideración la actividad física para tratar la depresión, no había conocimiento acerca de los efectos del ejercicio para combatir la depresión posparto.
Para arrojar luz a esta incógnita, los investigadores revisaron 35 estudios únicos de un total inicial de 1152 (26 ensayos controlados aleatorios y 9 intervenciones no aleatorias), en los que participaron 4072 participantes de 14 países. La frecuencia de las intervenciones de ejercicio oscilaba entre 1 y 5 días a la semana, con una duración de entre 15 y 90 minutos por sesión. Incluían ejercicio aeróbico, entrenamiento de fuerza, estiramiento, yoga y combinaciones de estos.
Se demostró que el ejercicio se asoció con síntomas menos graves de depresión y ansiedad después del parto y una reducción de casi la mitad (45%) en las probabilidades de desarrollar depresión posparto mayor. Además, se observó que iniciar alguna actividad física antes de que transcurrieran 12 semanas después del parto se asoció con una mayor reducción de los síntomas depresivos.
A medida que el volumen del ejercicio era mayor, la gravedad de los síntomas disminuyó aun más. Los investigadores señalaron que el umbral mínimo necesario para lograr una reducción moderada de la gravedad de los síntomas era realizar al menos 80 minutos semanales de ejercicio de intensidad moderada, lo que representa al menos 4 días a la semana.
Por lo tanto, el ejercicio posparto es una forma de reducir la gravedad de los síntomas depresivos y la ansiedad. Comenzar dentro de los primeros 3 meses después del parto aumenta las probabilidades de mejorar significativamente la salud mental posparto. Los investigadores indican también que estos hallazgos pueden utilizarse para desarrollar opciones de tratamiento de salud mental posparto alternativas que sean seguras, accesibles y económicas.