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Cuba informó la liberación de 553 personas encarceladas tras el anuncio de Estados Unidos de retirar al país de la lista de patrocinadores del terrorismo. La medida fue celebrada por líderes latinoamericanos, entre ellos el presidente colombiano Gustavo Petro, quien destacó la importancia del diálogo para avanzar en las relaciones hemisféricas.
A través de su cuenta en X, Petro felicitó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por lo que consideró un paso importante hacia la reconciliación con América Latina. “EEUU tiene dos maneras de relacionarse con América Latina, o dialogando con la diversidad o imponiendo con la fuerza”, señaló el mandatario colombiano.
Desde La Habana, el canciller Bruno Rodríguez expresó su respaldo a la decisión de Washington y la calificó como una medida positiva, aunque insuficiente. Criticó que Estados Unidos adopta medidas en la dirección correcta, pero el bloqueo permanece, en referencia al embargo económico impuesto por Estados Unidos a la isla desde 1962.
El gobierno cubano, liderado por Miguel Díaz-Canel, comunicó que la liberación de los presos fue parte de un proceso que había sido notificado al papa Francisco en los primeros días de enero. A través de un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, se informó que los beneficiados por esta medida habían sido condenados por diversos delitos y se encontraban cumpliendo sanciones impuestas tras un debido proceso.
“Agradezco a todos los que contribuyeron a la decisión anunciada hoy por EE.UU de excluir a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo en la que nunca debió estar y que, junto a otras dos medidas adoptadas, ha tenido un alto costo para el país y las familias cubanas”, afirmó Díaz-Canel mediante un mensaje en X.
Pese a este avance, Díaz-Canel enfatizó que el embargo económico de Estados Unidos continúa siendo una barrera que afecta el desarrollo de Cuba y las condiciones de vida de su población. “El levantamiento de esta injusta medida debe ser el próximo paso”, puntualizó el mandatario
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La decisión de Washington de retirar a Cuba de la lista negra es vista por analistas como un paso clave en la normalización de las relaciones bilaterales, interrumpidas en 2017 durante el gobierno de Donald Trump. Esta nueva postura podría abrir espacios para futuras negociaciones, así como para un eventual alivio de las restricciones económicas y comerciales sobre la isla.