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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que los aranceles del 25% a las importaciones provenientes de Canadá y México entrarán en vigor el sábado 1 de febrero. Esta medida tiene como finalidad frenar la inmigración ilegal y el contrabando de productos químicos utilizados en la producción de fentanilo, según expresó Trump. Aunque, su aplicación puede ser contraproducente para la economía del país, afirman economistas.
“Pondré el arancel del 25 % a Canadá y, por separado, del 25 % a México. Realmente tendremos que hacerlo, porque tenemos déficits muy grandes con esos países”, dijo Trump mientras firmaba órdenes ejecutivas en la Oficina Oval.
En cuanto a recursos, Trump aseguró que el país es autosuficiente y no depende de las importaciones. “No necesitamos los productos que ellos tienen”, afirmó. “Tenemos todo el petróleo que necesitan. Tenemos todos los árboles que necesitan, es decir, la madera”, añadió. Aún así, se sigue evaluando la posibilidad de incluir algunos recursos como el petróleo dentro de las mercancías gravadas, en función de lo que considere un precio “justo” por parte de sus socios comerciales.
La posibilidad de aranceles sobre el petróleo generó preocupaciones entre economistas y el sector energético, pues podría repercutir en el costo de los combustibles y aumentar la inflación. De hecho, su aplicación podría afectar su propia promesa de reducir el costo de la energía en Estados Unidos.
“Dentro de un año, a partir del 20 de enero, reduciremos a la mitad los precios de la energía en todo el país”, afirmó Trump durante su campaña electoral. La preocupación por los costos de la gasolina es un tema crucial para los votantes, y fue una de las razones que impulsó a los votantes a elegir al republicano.
Estados Unidos importó en octubre de 2023 cerca de 4,6 millones de barriles diarios de petróleo desde Canadá y 563.000 barriles desde México, de acuerdo con la Administración de Información Energética. Durante ese mismo mes, la producción diaria interna se ubicó en casi 13,5 millones de barriles por día, lo que demuestra la fuerte interdependencia del país con sus socios comerciales en el sector energético.
Los sectores empresariales expresaron su preocupación por los aranceles, advirtiendo que podrían encarecer productos esenciales y afectar tanto a consumidores como a empresas en ambos países. Matthew Holmes, vicepresidente ejecutivo y jefe de políticas públicas de la Cámara de Comercio de Canadá, aseguró que los aranceles de Trump “gravarían primero a Estados Unidos” al aumentar los costos de bienes esenciales.
“Esta es una medida en la que todos pierden”, señaló Holmes. “Seguiremos trabajando con socios para mostrar al presidente Donald Trump y a los estadounidenses que esto no hace la vida más asequible. Esto hace que la vida sea más cara y hace que nuestras empresas fusionadas se peleen”.
Trump también anunció nuevos aranceles contra China por la exportación de productos químicos empleados en la producción de fentanilo. Estas tarifas incluirían un arancel adicional del 10% a los impuestos ya vigentes sobre productos chinos. Por otro lado, tiene planeado una serie de gravámenes a los países que se resistan a recibir migrantes deportados. Además, amenazó con sanciones económicas a los países que intenten crear alternativas al dólar estadounidense como moneda de intercambio global.