El embarazo y la menopausia generan cambios profundos en la pared abdominal de las mujeres, afectando su estabilidad y fuerza muscular. La doctora Charlotte Horne, experta en cirugía metabólica y reconstrucción abdominal en Mayo Clinic, advierte que estos procesos pueden aumentar el riesgo de hernias y debilidad muscular si no se abordan correctamente. Fortalecer el core en cada etapa de la vida es clave para mantener la movilidad y prevenir complicaciones.
El embarazo y sus efectos en la pared abdominal
Durante el embarazo, la pared abdominal experimenta una expansión extrema para dar espacio al bebé en crecimiento. Esto puede provocar diástasis de los rectos, una separación de los músculos abdominales que en algunos casos no se resuelve completamente después del parto.
“A mí me sorprende como la pared abdominal tiene la capacidad de volver a ser relativamente normal después de haberse estirado tanto con un bebé”, señaló la doctora Horne a NotiPress. Sin embargo, también advirtió que este proceso puede dejar puntos débiles en la musculatura, aumentando el riesgo de hernias y otros problemas abdominales en el futuro.
Para minimizar estos efectos, la especialista recomienda una recuperación progresiva del core después del embarazo. Ejercicios específicos, como la activación del transverso abdominal y la fisioterapia del suelo pélvico, pueden ayudar a restaurar la función muscular y prevenir complicaciones a largo plazo.
La menopausia y la pérdida de masa muscular en el core
A medida que la mujer envejece, la disminución de estrógenos en la menopausia tiene un impacto directo en la masa muscular y la fuerza del core abdominal. “Es muy difícil para las mujeres aumentar masa muscular magra después de la menopausia”, explicó Horne. Esta pérdida de tono muscular puede traducirse en una menor estabilidad, mayor riesgo de lesiones y una tendencia a desarrollar hernias abdominales.
Es fundamental incluir ejercicios de fuerza en la rutina diaria para contrarrestar los efectos. “Yo creo que una de las cosas que realmente no reconocemos lo suficiente es la necesidad de hacer entrenamiento para fortalecer la zona y utilizar pesas de manera regular”, enfatizó la doctora.
Las hernias en mujeres: una realidad poco comprendida
Muchas veces se asume que las hernias son un problema más frecuente en los hombres, pero en realidad, las mujeres también pueden desarrollarlas, aunque con características diferentes. “Nos hemos empezado a dar cuenta de que los procesos patológicos en las mujeres son diferentes de los hombres, las mujeres tienen hernias diferentes y la atención es diferente”, explicó Horne. Un factor clave es que muchas mujeres requieren cirugías abdominales debido a afecciones ginecológicas, lo que aumenta su riesgo de desarrollar hernias incisionales o eventraciones.
Además, algunas mujeres pueden experimentar síntomas como molestias pélvicas o dolor abdominal sin que se les diagnostique una hernia de inmediato. Es importante que los médicos consideren estas diferencias al evaluar problemas abdominales en pacientes femeninas.
Cómo fortalecer el core en cada etapa de la vida
Se recomienda adoptar estrategias específicas según la etapa de la vida para reducir el impacto del embarazo y la menopausia en la pared abdominal:
Después del embarazo:
Ejercicios de reactivación del transverso abdominal. Fisioterapia del suelo pélvico para recuperar estabilidad. Evitar movimientos bruscos que sobrecarguen la pared abdominal.
En la menopausia y postmenopausia:
Entrenamiento de fuerza con pesas para mantener la masa muscular. Ejercicios de estabilidad y equilibrio para reducir el riesgo de caídas. Fortalecimiento del suelo pélvico para prevenir incontinencia urinaria.
De este modo, el core abdominal en las mujeres está sometido a desafíos únicos debido al embarazo, los cambios hormonales y la menopausia. La pérdida de fuerza en esta zona puede afectar la estabilidad, la postura y la calidad de vida, pero con una rutina adecuada de ejercicios y un enfoque preventivo, es posible minimizar estos efectos.